POR JACQUES LEENHARDT *
Fonte original: https://www.elnacional.com.py/cultura/2021/01/31/centro-georges-pompidou-cerrado/
En el período de confinamiento y clausura que atravesamos, el anuncio de que el Centro Pompidou permanecerá cerrado durante cuatro años (2023-2027) golpea violentamente la imaginación. Para comprender esta decisión es necesario, quizás, recordar la singularidad de esta institución. El Centro Pompidou es, ante todo, un edificio. Ha sido uno de los primeros en encarnar la lógica modernista de las instituciones culturales, de las que el Guggenheim de Bilbao es un ejemplo reciente: un museo se define, antes que nada, por su envoltura, su arquitectura, su modernidad exhibida. Y esta es una de las razones de su próximo cierre.
Centro Georges Pompidou, París
Construido en los años 70, el edificio de Richard Rogers y Renzo Piano da la espalda a los materiales tradicionales que abrazaron la atemporalidad del museo. Adopta una apariencia industrial, muestra sus estructuras y sus entrañas, exhibe un abanico de colores. A pesar de la magnificencia de sus colecciones, pretende ser menos un museo que un centro neurálgico donde se mezclan el arte y el diseño, el libro, el cine y los debates.
Centro Georges Pompidou, París
Esta modernidad ha sido exitosa y ejemplar. Pero las técnicas implementadas en ese momento ya no cumplen con los estándares actuales, en términos de seguridad, accesibilidad o balance energético. Por lo tanto, si quiere mantenerse a la vanguardia después de 50 años de frecuentación incomparable, el Centro Pompidou debe ser restaurado profundamente. Es la dura ley que se impuso desde el principio.
Centro Georges Pompidou, París
Paradójicamente, este cierre le permitirá honrar una misión que nunca había cumplido a cabalidad, aunque haya comenzado a deslocalizarse abriendo sus puertas en Metz, por no hablar de la reciente apertura de una sucursal en Shanghai. Las 120.000 obras de sus colecciones irrigarán durante tres años un gran número de lugares e instituciones en las regiones francesas. Su biblioteca permanecerá en París, pero otras implantaciones efímeras se encontrarán en la misma capital, donde se podrá experimentar nuevas modalidades presenciales en la cultura actual.
Centro Georges Pompidou, París
Así, podemos esperar que el gran trauma que significará esta clausura será también, como la pandemia que atravesamos, la oportunidad de repensar la forma de presentar y gestionar las obras de las colecciones, así como la relación con los diversos públicos que ha generado su éxito. En un mundo en el que tantos paradigmas están en crisis, sin duda es útil cuestionarse a uno mismo. En cualquier caso, la decisión radical que se ha tomado abre las puertas a la renovación.
* Jacques Leenhardt es director de estudios en la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS, París), donde dirige el equipo de investigación EFISAL (Fonctions imaginaires et sociales des arts et des littératures). Autor de numerosos libros, curador y crítico, es presidente honorario de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, con sede central en París.
Fotos: http://esculturasymonumentos.com/c-francia/centro-pompidou/. www.plataformaarquitectura.cl